La cosecha comienza a fines de enero o principios de febrero con las variedades más tempranas, como el Pinot Noir y Chardonnay, y finaliza en el mes de marzo con la variedad Tannat.

Para determinar el momento óptimo de la cosecha, comenzamos haciendo muestreos de las uvas y las analizamos en nuestro laboratorio. Estos análisis nos brindan información crucial sobre el color, el contenido de azúcar y otros parámetros relevantes. 

Cuando estos datos indican que nos acercamos al punto óptimo de madurez, se inicia un proceso adicional: la degustación de las bayas y las semillas por parte del enólogo, lo que aporta un factor sensorial clave en la toma de decisiones.

La evaluación sensorial nos permite obtener información valiosa para determinar si las uvas ofrecen el potencial deseado para la elaboración del vino.

Además de los análisis y la degustación, también consideramos el pronóstico del clima como un elemento adicional para la toma de decisiones en la cosecha. El clima puede influir en el desarrollo final de las uvas y tener en cuenta las condiciones climáticas futuras nos ayuda tanto a anticipar cambios en la madurez como a seleccionar el momento óptimo para la recolección.

En conjunto el análisis de laboratorio, degustación sensorial y monitoreo del clima permite tomar decisiones informadas y precisas sobre el momento exacto de la cosecha. 

Nuestro objetivo es capturar el potencial de las uvas en calidad y expresión varietal, obteniendo vinos que reflejen lo mejor de nuestro viñedo y su entorno. Todas nuestras uvas se cosechan manualmente de madrugada, para asegurar que lleguen a la bodega en condiciones óptimas y evitar que se inicien procesos no deseados por las temperaturas diurnas.

La cosecha es realizada exclusivamente por nuestro personal, sin realizar contrataciones zafrales. Confiamos plenamente en nuestro equipo, que ha sido parte fundamental del cuidado y dedicación con la que tratamos al viñedo durante todo el año. Cada trabajador posee el conocimiento y capacitación para llevar a cabo la cosecha acorde a nuestros objetivos. Este enfoque nos permite mantener un nivel de calidad y control constante en cada etapa del proceso de cosecha.

Nuestro personal, familiarizado con las particularidades de nuestras vides y prácticas vitivinícolas, está comprometido en seleccionar y hacer llegar a la bodega solo aquellas uvas que han alcanzado una óptima calidad.